viernes, 8 de julio de 2011

El dueño de mis sueños

Llega precisamente cuando estoy en mi cama, apunto de emprender el vuelo, hacia el mas lindo de los sueños, llega en el momento justo, esperando siempre en el mismo lugar, con su mirada y sus ojos bellos, que aun después de tanto tiempo me sigue estremeciendo la piel, no me deja ni un segundo sola, con el todo esta bien, estoy segura, sus brazos son tan fuertes y a la vez tan tiernos, que para mi es el mejor lugar donde puedo estar, en donde me quisiera quedar, son mi protección y en ellos soy muy feliz.


En la vida real, lo conocí un día de primavera, en una de las calles mas transitadas de la ciudad donde vivo, yo muy a prisa trataba de llegar a mi trabajo, como siempre tarde y esperando encontrar algo verdaderamente interesante, para ese día fatal que apenas comenzaba y al levantar la mirada, el estaba ahí, venia caminando directo hacia mi, nos miramos y yo solo me reí, y el con su sonrisa hermosa, me sonrió, mas ninguno de los 2 se detuvo, fue solo una fracción de segundo que nuestras miradas chocaron, para saber que en este mundo existíamos y que estábamos ahí el uno para el otro, tristemente ha pasado un mes y no lo he vuelto ver.


Después de esa ocasión, y de esperar todo un largo mes, lo volví a ver pero no en persona sino en mis sueños, todas mis noches cambiaron, recordaba esa mirada, ese instante de segundo y fue asta entonces que el se hizo presente en mis sueños, supo ganarse su lugar, diciendo que el también había estado esperando por mi, y así con mucho valor no dejo que nadie mas entrara a nuestro pequeño y secreto lugar, solamente el y yo, después de tanto tiempo, después de una larga espera, estábamos ahí en mis sueños, los dos mirandonos, esperando que alguno de los dos fuera valiente y hablara, que dijera las palabras que el otro quería escuchar, y esperando que el sueño no acabara, que se quedara aquí y nos despertar jamas, verlo sonreír a cada instante que pudiera, sentir y mirar cada una de sus locuras, locuras que me hacen la mujer mas feliz de todas, esperar el beso y el aroma de la rosa que me regalaba cada que estábamos juntos.


Viajamos por mil y un lugares, conocimos y vivimos de la manera en que quisimos, hicimos las historias mas románticas y también las mas trágicas cada que yo despertaba, pero siempre juntos, es por eso que sigo añorando las noches, que me encanta soñar, que no puedo esperar el momento de volverlo a ver, porque se que ahí, nadie interfiere, nadie molesta, y solo estamos el y yo.


Espero que el dueño de mis sueños, salga de ahí, que lo vuelva a encontrar, en la calle, en la plaza, en un cafe o en cualquier lugar y así algún día también sea el dueño de mis realidades.



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