sábado, 29 de septiembre de 2012

MoL


Llego otro momento para respirar, para recordar que aun tengo sensibilidad en la piel, que aun siento las caricias, los abrazos, que siento como el aire entra a mis pulmones sin pedir permiso solo para mantenerme aquí... viva.

Y nuevamente te encontré en aquella banca del parque, no ha pasado un solo día desde que llamaste mi atención que no estés ahí, callado, siempre con un libro en la mano, eso si, cada semana uno de distinto color y grosor, y siempre solitario, sin compañía alguna, en ratos meditando y mirando la gente pasar, en otro momento suspirando en que o en quien, no se, lo que se es que nunca te has percatado de mi presencia, no se si es tanta tu vanidad que oportunamente me has dejado dibujarte en varias de mis hojas en blanco, en ocasiones he tenido que tomarte una que otra fotografía muy despistadamente, solo para seguir admirando ese gesto que tenia tu rostro en determinado momento de tus lecturas, y poder plasmarlo una vez mas en una nueva hoja en blanco, como si todos los días construyera una nueva historia de ti, como si todos los días fueras un personaje distinto, siempre tomando el papel del libro que leías, nunca supe de que se trataban tus libros, pero sabia que con cada nueva historia te adentrabas mas y mas en ellos y era tal tu concentración que se te pasaban las horas en esa banca del parque, incluso llegaba a irme y tu aun estabas ahí.

Tampoco sabia tu nombre de hecho ni siquiera puedo imaginarlo, moriría por saberlo pero me temblaban las piernas solo de pensarme caminando hacia tu lado y una vez ahí frente a ti, preguntartelo, algún día lo sabría, por lo pronto solo eras el protagonista principal de cada hoja en blanco de mi libreta.

Llego un momento que no calcule y creo que ese día lo comencé con el pie izquierdo, pero estaba contenta por lo menos algo había salido bien, había llegado mas temprano que tu, para asegurarme de poder dibujarte un poco mas cerca, pero siempre conservándome discreta para que no pudieras verme ni darte cuenta de mi presencia como en muchas ocasiones anteriores, espere un buen tiempo, pero por primera vez fallaste a nuestra cita, no llegaste he incluso mi libreta de dibujo tampoco estaba en mi mochila, ese día todo salió mal.

No pude encontrar mi libreta, todos los dibujos de ti se fueron en ella y tu nunca mas volviste a acudir al parque, ahora era yo la que no faltaba un solo día solo con la esperanza de volverte a ver, miraba y dibujaba hermosos paisajes de gente con sus hijos o personas mayores que alimentaban a las palomas, que ansiosas se amontonaban a sus pies, me quede solo con aquellas fotografías que a escondidas llegue a tomarte de esos gestos tan interesantes que formaban parte de ti.

Te fui conociendo en cada pagina en blanco, construí historias maravillosas y sin saber tu nombre, no tenias porque irte... y menos así, sin dejarme sentar en esa misma banca que tu, sin conocer aquellas historias que leías y con las que fantaseabas te fuiste así como llegaste, tan inesperado y sin darme la oportunidad de existir dentro de tu entorno.

No he faltado ni un solo día, siempre aguardando a que regresaras y tomaras ese lugar ya común para ti, y tu ya no regresaste, no dejo de pensarte, ¿será entonces que no te volveré a ver?, es muy triste imaginarlo pero es algo cierto que creo… no podré evitar, tendré simplemente que resignarme y buscar otra inspiración, lo admito será difícil, pero espero encontrar otro momento para respirar, otro momento para volverte a encontrar y prometo esta vez acercarme, preguntarte tu nombre y conocer junto contigo esas historias fantásticas con las que suspirabas y vivas cada personaje que en ellas te encontrabas.