Mujeres vestidas de negro, llorando sin cesar, tras una carreta fúnebre y muy tristes en su andar.
Alejandro ha muerto, la gente del pueblo aun no sabe porque se ha quitado la vida, la única que lo sabe soy yo, y no pude hacer nada para evitar que muriera... Fueron tan pocos días, los que eh estado lejos y la sorpresa de su muerte ha sido tan grande, que aun no entiendo porque lo ha hecho, y porque a mi me duele tanto.
Alejandro era un chavo, alegre, simpático, muy risueño, alto, muy bien parecido, con unos ojos hermosos, recuerdo que todas las muchachas morían por el, pero ninguna tenia la dicha que yo tenia, bueno si otras también tenían esa dicha… Yo, era su vecina, así que todos los días, lo veía levantarse en las mañanas a sacar la basura, a pasear a su perro, en fin… infinidad de cosas, bueno lo admito no todos los días tampoco era espía además Alejandro no siempre me callo del todo bien.
Fue asta el día que me lo encontré en la iglesia, me había tocado ir sola y para mi mala suerte, el se sentó justo en la misma banca que yo y como el sabia lo mal que me caía, el muy malvado, se sentó justo a un lado de conmigo, y bien en mi papel de digna, lo ignore pero, fue asta la Paz que volteé y lo vi, jamás lo había tenido tan cercas de mi, podría apostar que casi estaba sentada al lado de un extraño, pero ese día cuando lo tuve tan cercas de mi, fue como mirarlo por primera vez, pero no al Alejandro del que todas las chicas estaban enamoradas, fue algo mas de el, algo que me atrajo, sin pensarlo, solamente lo sentí, algo que jamás había sentido, se me hiso tan extraño que por eso nunca hable de este tema con nadie, mucho menos con Alejandro.
Alejandro te extraño…
A partir de ese día, las cosas cambiaron muchísimo Alejandro y yo nos hicimos muy buenos amigos, cosa que jamás hubiera imaginado, incluso asta con las tareas de la escuela me ayudaba mucho, por no decir demasiado iba muy seguido a su casa y podíamos platicar horas y horas sin enfadarnos, asta en ocasiones llegamos a platicar de sentimientos, y fue asta ese punto que sabia que Alejandro no era para mi, Como una chica sencilla, que tiene modos de ver la vida un tanto diferente, no muy linda y tampoco no muy divertida, podría ser la novia o la chica perfecta para ese hombre, con la mirada, mas hermosa de todas y la cual no tiene comparación con ninguna.
Fue asta un día de Junio, que la verdad no quiero recordar, cuando Alejandro sin saberlo me rompió el corazón, se había enamorado perdidamente de una chica, muy linda, no le pondría ningún pero en realidad, mi cariño era tan grande que prefería, hacerme a un lado con tal de verlo feliz, con cualquiera así como dice la canción: “aunque no sea conmigo”, Alejandro era un hombre muy cambiante, como hoy te decía que si, mañana te decía que no, era un loco de lo peor pero así lo quería, y el la quería a ella.
Ay Alejandro cuanta falta me haces, y ahora quien me dará la felicidad que solo tu podías darme?
Alejandro esta triste, hoy a terminado con su novia, no me gusta verlo así, sin que lo sepa lo quiero, y no se que hacer para que se sienta mejor, le he contado chistes, he hecho malabares, incluso aunque nos hubiéramos peleado no deje de estar ahí apoyándolo, pero, no se “que le ha dado esa mujer” que simplemente no la puede olvidar, pareciera que su mundo jurara alrededor de ella, ya no es el mismo, cambio muchísimo, me ha amenazado con quitarse la vida, y yo asustada le dije que si lo hacia lo aria yo también, pobre de mi Alejandro, será buen momento para confesarle mi amor? No lo creo, tal vez me rechace, lo único que queda de el hombre del que me enamore, es aquella mirada, y aquellos ojos que sin que nadie lo supiera, los hice tan míos que hoy me es imposible olvidarlos.
Entre vacaciones, trabajo y un poco de diversión he salido de pueblo, y he dejado solo a Alejandro, un poco menos triste, no pidió mi presencia y mucho menos lloro mi ausencia el seguía enamorado de ella, le prometí que solo serian unos días, que me esperara, que le traería una sorpresa, le gustara o no regresando del viaje le diría cuanto lo quería me iba a jugar el todo por el todo, pasaron 12 días y no supe nada de Alejandro, he querido llamarle ponerme en contacto con el, pero sin valor y pena no lo he hecho, además que caso tendría si para mi de su parte solo era amistad.
Alejandro te quiero, y por mas que lo intento, no te puedo olvidar
15 días y 6 horas!, eso fue lo que tarde en regresar al pueblo, para encontrarme con la triste notica, de que mi Alejandro murió de amor, murió por amar a alguien que no lo supo amar, y murió sin saber que yo lo amaba de verdad.
Alejandro esta enterrado, desde hace ya 70 años, y no ahí un solo día que no recuerde su mirada, mirada que jamás pude volver a encontrar, y todos los días regreso aquí a donde tu cuerpo descansa, perdóname, por no haber tenido el valor de buscarte, por no estar ahí cuando mas me necesitaste, por no evitar que murieras, ojala y todo lo que te he platicado y todo lo que sabes que sigo sintiendo, algún día sirvan de algo y me invites a pasar tiempo contigo y para volverte a abrazar y quedarme ahí, en el lugar que en vida no tuve el valor de pedir.